Decano Información LGTB en Red desde el 2000  
       
 
Transexual masculino de Torrejon aclara su reducción de trabajo y deja a empresa al descubierto

Compartir en Facebook    Menea esta noticia

  SUSCRIBIRME A NOTICIAS DIARIO DIGITAL  

   

 

El transexual que denunció a su empresa por presunta discriminación asegura que fue “durísimo” dar el paso para comenzar la reasignación de sexo. 

Diario Alcalá-. La transexualidad es una realidad invisible. Así lo pone de manifiesto Kristian Sanz, que señala que la sociedad no está preparada para afrontarla. “Hemos abierto mucho la mente, pero creo que existe mala información al respecto. Es algo que parece que está admitido, pero si te toca de cerca ya la cosa cambia”, aclara. Este joven, que comenzó el proceso de reasignación de sexo en agosto de 2009, destaca que por fin se ha encontrado a sí mismo y que las piezas del puzle de su vida comienzan a encajar.

Tiene 32 años y aunque su decisión pueda parecer tardía, Kristian explica que la transexualidad no depende de la edad, sino de la persona. “Vives como en una agonía diaria en la que no te sientes feliz, no te sientes tu mismo, pero no comprendes qué es lo que te ocurre", indica. “Yo a todos los efectos me creí lesbiana, hasta que me di cuenta de la realidad".

Una realidad que ha estado presente a lo largo de su vida. “Pasas por experiencias que a veces no entiendes. Yo siempre he rechazado los roles de género que impone la sociedad. Le quitaba los juguetes a mi hermano cuando era pequeño y no entendía por qué tenía que comportarme como una ‘señorita' cuando yo en realidad lo que quería era jugar al fútbol con mis compañeros de clase", recuerda.

Y esa ambigüedad, dice, fue la que le llevó a pensar que quizá había nacido en un cuerpo equivocado. Pero no fue tan sencillo como imaginaba. “El verano del 2009 fue uno de los peores momentos de mi vida. Fue entonces cuando me planteé comenzar con todo el proceso de reasignación de sexo. Me asaltaban tantas dudas que me dolía la cabeza a diario y me creaba ansiedad", asegura. Dudas y conflictos sobre como afectaría su decisión en todos los aspectos de su vida que hicieron que la experiencia se le antojara “durísima".

“Te planteas cómo va a cambiar tu vida en todos los aspectos y cómo lo explicarás ante amigos y familia. Tenía dudas de si me rechazarían o no, si merecía la pena arriesgar, los problemas que podria encontrarme...". Sin embargo, un año después de ponerse en manos de la Unidad de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal confirma que el “mal trago" de verdad mereció la pena.

“El cambio es como una bofetada. Tienes que volver a nacer y dar nuevos pasos. No obstante, cuando por fin sabes quien eres y te encuentras a ti mismo ganas mucha seguridad. Las piezas del puzle van encajando solas y lo que en un principio pensabas que no tenía solución descubres que sí existe y es mejor de lo que esperabas".

Pero aunque ha recibido el apoyo de muchos amigos y conocidos, no todo el mundo lo acepta de la misma manera. “Hay mucha confusión respecto a la transexualidad. Hay que dejar claro que no es lo mismo que homosexualidad, y a pesar de que cada vez abrimos más la mente, hay mucha gente que prefiere mantenerse al margen cuando se tocan estos temas".

ÁMBITO LABORAL

Kristian indica que desde el día en que comunicó en su trabajo la decisión de comenzar el proceso de reasignación “comenzaron a sucederse las incidencias". Su denuncia sobre presunta discriminación por parte de la empresa Tritoma, para la cual trabaja como profesor de pilates en Torrejón de Ardoz desde octubre de 2007, se hizo pública el pasado 11 de enero y apareció en varios medios nacionales.

El joven alegó que había sufrido, por parte de algunos empleados y alumnas, vejaciones y quejas “sin fundamento” que terminaron con la no renovación de su contrato, “comunicándose al trabajador que no daba el perfil requerido para el desempeño de ese puesto, a pesar de que anteriormente, cuando era reconocido como mujer, había trabajado tres temporadas completas". Y es que aunque mantiene su puesto en la empresa, achaca que han reducido su trabajo de 23 horas y media a 7, con la consecuente disminución de sueldo.

La empresa por su parte, lanzó un comunicado un día después de que se hubiera publicado la queja de Kristian, donde aclaró que, ante la confusión de algunos medios de comunicación, el trabajador no había sido despedido y no se había producido ningún tipo de discriminación hacia él. “En todo momento Tritoma ha sido, es y será respetuosa con los derechos fundamentales de las personas que con nosotros se relacionan y, si cabe aún más, con nuestros empleados", destacó en su escrito.

Además, señaló no tener constancia de que se hubiera producido acto de conciliación con el trabajador aludido ni demanda alguna, tal y como había señalado la Asociación de homosexuales, transexuales y bisexuales de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid y de la Universidad de Alcalá. Sin embargo, Kristian niega que esto sea así. “Se les envió la citación y ellos no quisieron firmar la carta certificada donde se les notificaba el acto. Yo tengo los papeles que demuestran que el acto de conciliación se produjo y que ellos no asistieron", apunta.

Así, él continúa prestando sus servicios para la empresa ya que manifiesta que el dinero le hace falta y que sus alumnas “no se lo merecen". No obstante, reconoce que este proceso le está cansando tanto física como psíquicamente. 

Este Diario es un PERIÓDICO DIGITAL DE NOTICIAS, las cuales reproducimos -ya sean bien de agencias, comunicados de colectivos u otras fuentes- aparte de propias redacciones originales. La información que aquí se publica se realiza en aras de la libertad de expresión y del conocimiento. Independientemente de que se este de acuerdo con ellas o no, siempre prevalece el derecho a la información. En la Red desde el año 2.000.

                            Hemeroteca de noticias ordenadas por meses y años

 

   

C. A. 21-01-2011 Comenta esta noticia ( indica en el titulo de que noticia estas hablando)

 
  © Carla Antonelli. 2010

Free counter and web stats