por Tatiana Sánchez Mansilla » Vie, 07 May 2004, 01:37
Anoche leía en esta revista virtual (N. G.) que al parecer el gobierno socialista tiene pensado posponer las promesas y compromisos adquiridos con nuestro colectivo en período electoral, para los nuevos 4 años de legislatura siguiente, caso de volver a ganar.
Según argumentan quieren antes asentarse como gobierno y empezar a actuar después, y tomarse en serio nuestra problemática, privaciones y prohibiciones.
No sé en qué día está fechada esta noticia, pero me deja absorta y confundida. Con la mosca, perdón, un moscón como un murciélago detrás de la oreja.
Estoy inquieta, porque estoy incrédula; por más esperanzas que pretenda atraer y adentrar en mí.
Razones históricas y dramáticas tengo para ello.
Os contaré mi caso:
Nacida en un pequeño pueblo pacense, fui muy precoz en mi pensar, sentir y vivir como mujer.
Pero hija de padres muy pobres, y aun con toda la bondad y voluntad puesta de su parte, no pudieron socorrer y sacar a su hija de su mal y dolor.
Yo envié muchas cartas a la Junta de Extremadura, al Consejero de Bienestar Social de entonces: D. Guillermo Férnandez-Vara, hoy Consejero de Sanidad.
Así como faxes... y hasta una entrevista personal con él.
Sus promesas cayeron siempre en el vacío, en la patraña, en saco roto.
Yo tuve que emigrar de mi tierra en busca de mejor situación y vida, dejando atrás y conmigo miles de ilusiones deshechas, con las consiguientes lágrimas.
En consecuencia, me empadroné en mi lugar de residencia entonces: Talavera de La Reina (Toledo).
Prometieron ayudarme desde este nuevo enclave, y obtuve lo de siempre: tardanza, noes y negaciones.
Mi caso era y es una emergencia médica, y en última instancia no les pedía que se hicieran cargo de los costes de mi operación de reasignación, sino que se dignaran a ofrecerme una vida normal.
No tengo próstata, tengo los genitales atróficos con dolores reiterados que me hacen en ocasiones andar encorvada, tengo una importante estenosis (cerramiento) de uretra que me impide miccionar con normalidad y me hace expulsar sangre de forma
constante.
Tengo miedo de sufrir una hidronefrosis ( muerte de los riñones), ya estuve en observación en un hospital de Zaragoza meses atrás cuando tenía más de 40 de fiebre, tremendos dolores de riñones y orinaba únicamente sangre.
Así viene siendo mi vida en los últimos años sin que nadie haya hecho nada por remediarlo, porque las instancias o jerarquías superiores han paralizado o desechado toda posibilidad.
Tengo los informes que atestiguan todo esto que relato en el disparate de una vida sin normalidad fisiológica ni psicológica. Ni tampoco, ni tan siquiera humana.
En mi tierra parece ser que operan con la burla, la humillación y el desprecio de pasarme por encima sin paliar mi sufrimiento físico siquiera. Es una canallada.
Con la lucha tan añosa y ambiciosa que yo desplegué allí.
Es una denegación de auxilio y dejación de funciones que me han llevado a mi empeorada situación actual.
Día a día me veo y noto mal... ante la impavidez e impasividad de los que tendrían que velar por mi salud, y dejan sin embargo, que se resquebraje poco a poco y peligrosamente.
En esta desesperación y falta de fe en unos y otros políticos (el tiempo me ha dado la razón al respecto) no sé qué hacer con mi vida.
Ser pobre es un lastre que agrava y ahonda aún más nuestro dolor y desinterés muchas veces por la propia vida.
No sé si encadenarme ante la Consejería de Sanidad de Aragón (ahora vivo en Zaragoza), dejarme diluir en una huelga de hambre...
Hacer una sentada donde haga falta y sea menester... No sé.
No puedo, no podemos seguir así.
El tiempo apremia (la vida con él) y los avances yo no los veo llegar.
Y ciertas noticias me desorientan y preocupan.
Si desean acabar con nosotr@s de forma callada, lenta y sibilina... ¡Qué nuestro nombre y memoria les pongan la conciencia en carne viva!
"El que puede socorrer al que va a perecer y no lo socorre, lo mata". (SÉNECA)