Alma adormecida entre las telas del tiempo.
Alma detenida entre los segundos del lamento.
Alma perdida entre minutos de silencio.
Alma presa de un reloj de arena,
perdido en el desierto.
Alma esclava de las manecillas
de un reloj de bolsillo.
Alma olvidada entre olas del recuerdo,
que rompe con las rocas del desacuerdo.
Alma víctima de lo incorrecto
destinada a lo incierto.
Alma apagada bajo las luces de la noche.
Alma entristecida de tanto reproche.
Alma abrochada a la pena, como si fuera un broche.
Oh alma mía, esa serás tú hasta que te encuentre en mi sepultura.