No podía figurármelo.
Había sido una persona habitual en esta página, que había vivido muchísimas experiencias, en los años heroicos, divertidos y felices.
Me parecía joven de espíritu. Simplemente, lo normal era que siguiera a nuestro lado.
Y seguir encontrando en él la crónica de aquellos años descacharrados y hermosos.
Pierrot, has pasado la puerta antes que nosotras. ¿Nos ves desde allí, a estas personas que vivimos vidas compañeras de la tuya?
Kim