por jeanclaude » Mié, 25 Nov 2009, 21:08
Veronice, niña,
La primera regla de oro a tener en cuenta con cualquier animal de compañía es tener mucha paciencia. No puedes pretender que una cotorra, un lorito desde el primer día se te va poner en el dedo y te va decir “Hola Veronice, guapetona”. Además hay loros que en todo su vida no dirán ni una palabra y se pasaran el día chillando hasta volverse inaguantables.
Ya que estamos hablando de loros, loritos, cotorras, periquitos, tenemos que tener en cuenta que tienen una verdadera arma en su pico con una fuerza increíble. Mi loro te parte sin ningún problema en un plis plas una llave de las antiguas de hierro fundido en dos. Imagínate si en vez de esa llave, es tu menique o peor aun tu labio… Hasta que no seas del todo segura de tu cotorra, nunca le des un besito que te podría arrancar o partir el labio y desfigurarte.
Luego hay una enorme diferencia si tienes unos de estos animalitos de papillero o sea que tu misma les has dado de comer nada mas nacer o que lo has comprado ya adulto.
El papillero te vera como su mama y es manso desde el primer día. Al otro tendrás que ganarte su confianza y esto lo conseguirás poco a poco, meses, años…
Además los loros son heterosexuales (no se ríen) y son amables con su sexo opuesto y no suelen llevarse muy bien con los de su mismo sexo. O sea que por mucho que hablo siempre de mi Pavaroti en masculino, lo más seguro es que es chica porque pica a todo lo que lleva faldas ( hasta lo notan a los bebes) y es cariñoso(a) conmigo y por lo menos no muerde a los demás hombres que se acerquen.
Me costo más de un año, conseguir que podía tocarle y otro año más en meter mi dedo en su pico y hasta dejar que se coma ahora nueces que tengo entre mis labios. A mi solo me mordió una vez en un principio y entonces le pille muy fuerte su pico y no se le solté un buen rato y desde entonces nunca mas me ha mordido y ahora solemos luchar ( cosa que le encanta) y el pillo el pico se lo retuerce ( sin hacerle daño , claro ) le doy la vuelta en el aire , le pongo boca abajo , le hago cosquillas en la tripa , le muerdo sus alas , le tiro por los aires y vuelve a mi hombro, pero esto ha sido trabajo diario durante años. Mi Pavaroti le tengo unos 17 años ya, aunque aun es un jovencito(a).
Hablar, no es muy hablador pero lo que dice lo dice muy claro. Por supuesto dice que soy el más guapo. Y es un excelente silbador (de allí su nombre, ya que en un principio se llamaba Milord) y canta, el Gordo y el Flaco , la Novena de Beethoven , Indiana Jones , Ma Vie en Rose, la Cucaracha, improvisaciones suyas sobre estos temas, además de silbar como los albañiles detrás de las chicas, ladrar como mi perra, maullar como un gato y soltar de vez en cuando un sonoro , “Coño”.
Además de las mil y una tonterías que hace: imitar un cucu austriaco, jugar horas con sus campanas , comer patatas fritas y chorizó picante, o una barra de pan vieja entera que tiene cogida en una pata mientras que la destroza alegremente entre gritos.
Es un amante del Dance como su dueño y tiene todo el día la radio a su lado con la emisora Maxima y le encanta cabrearme y cambiar la ruleta de la emisora.
En resumen, Veronice, tu cotorrita te hará todo tipo de delicias ya que cada pájaro tiene su propia personalidad (ojo, todos son muy anárquicos y tiranos y no aceptan fácilmente la autoridad) pero tendrás que tener paciencia y dedicarle muchas horas, aunque luego son compañeros inseparables. El loro no me puede acompañar en mis viajes porque su jaula no cabe en mi coche, pero mi periquito, el Capitan Pepote me acompaña siempre a la playa. Otro día os hablare de el, otro fenómeno, chiquitito pero matón.
Petonets,
Jean-Claude