Soy esclavo de tu mirada que me eleva
Soy rehén del cautiverio de tus alas oscuras
Soy preso de la cárcel de tus labios de dulzura
Soy prisionero de tu refugio en esta selva
Me has hecho un hombre nuevo, un niño pequeño
Siento cada noche tu aliento en mi cuello
Mientras contigo, como siempre, yo sueño
Eres mi Adonis personal, mi ángel bello
Necesito tenerte entre las ropas de mi cama
Dejar sobre tu alma arrojada la dulce calma
Deseo contemplarte con mirada mal sana
Tocarte y sentir los jadeos que de ti emanan
Te pediría que no te alejaras de mi cuerpo
Tenerte atado hasta el fin de los tiempos
Eres mi único dios y tu estructura mi templo
Hacerte mi señor a la vez que mi siervo
Pídeme lo que desees en este momento
Yo lo alcanzaré, ante tu mirada lo prometo
Haré que sueñes lejos de este cemento
Que sientas palpitar tu sexo inexperto
Soy dueño de tu alma y por ello mi esclava
Soy señor del mangar de entre tus nalgas
Soy poseedor de tu boca este dulce o amarga
Soy terrateniente de ti cuando yaces en mis sábanas
Abre tus alas que te concedió un dios muerto
Deja que mis locuras sean lo único cierto
No percibas la realidad llenas de ortigas
Sino escucha en ella mi voz para que me sigas
Sé mío como siempre en mis dulces anhelos
Pues ante todos yo espeto que tengo recelo
Incluso de las ataduras de tus vestiduras
Pues te deseo desnudo y yo por tu cintura
Deja que este demonio te arrebate la pureza
Deja que te acaricie la espalda con destreza
Deja que te susurre mirándote con franqueza
Dejando que mi corazón tenga el ritmo que no cesa
Soy un ser vivo gracias a tu ardiente amor
Soy alguien porque siento tu perfumado calor
Y entre el público expectante tu clamor
Haciéndome sentir como el cid campeador
Sé que llevamos poco tiempo, sabes bien que no me arrepiento, de todos estos días de todos mis te quiero… sé que eres joven, sé que estas lejos y hasta que el sol no caliente la tierra sofocante de mi lecho no te tendré entre mi mis manos… pero…aunque te parezca una locura te siento cada noche, te busco en mis sueños y en ellos te hallo susurrando palabras llenas de ternura que me hacen levitar…que me hacen sentir único y arropado por tus caricias incesantes, por ello…
¿Desearías casarte conmigo en un futuro? No digo de inmediato, jamás pienses eso, tan sólo en un momento en el que ambos seamos sensatos y tengamos el mundo bajo nuestros pies…pero si el Apocalipsis llegara hoy…sé que moriría con una sonrisa por haberte tenido como amante y amigo…como fiel guerrero y deseado joven de tiernas carnes…
Aún recuerdo nuestras primeras palabras, nuestra primera conversación y la primera vez que pude escrutar tu mirada en una vieja fotografía…aún lo tengo marcado en mi retina y aún palpito al sentir deseos de besarte. Fueron casi diez meses silenciados, amargado y llevado de relación en relación esperando el momento furtivo de darte mi amor. Ahora…ahora que te tengo te deseo por completo atado a mí y yo a ti.
Lestat de Lioncourt