Inmerso en el sueño hay una fuerte lucha.
Dos ejercitos de seres extraños y de sentimientos diferentes están a punto de cruzarse en sus caminos.
La pasión va corriendo con firmeza para luchar contra el otro ejército que es la decepción. No se ni cómo describir tales ejercitos. No los veo bien...
Tan solo oigo cómo avanzan y yo estoy en el medio de tal guerra...El sonido es atronador al igual que los rugidos y graznidos de ambos...Tiemblo solo con semejante sonido venido de los infiernos.
Justo cuando están a punto de colisionar en el incontronazo final me agacho y cierro los ojos.
Se hace el silencio...
Silencio...
Un silencio que dura demasiado.
Abro los ojos y miro a mi alrededor. Todos están inertes. Quietos y observando hacia los cielos...
Lo observo. Es un antiguo listón que han dejado allá arriba.
Parece increible que lo hayan puesto tan alto y esos dos ejercitos hayan parado para observarlo.
Cuando empieza el dolor en el cuello después de estar tanto tiempo mirando hacia arriba, veo a mi alrededor y me encuentro yo solo en un lugar estéril. Alzo la vista de nuevo hacia el cielo y el listón sigué allí...
No habrá nadie que lo supere, que sea capaz de saltarlo o poner un listón que llegue a las estrellas.
Simplemente, porque no quiero. Ni lo deseo.
En los momentos libres de silencio observaré el cielo en donde está el listón, que orbita allá arriba, para saber que aquello fue capaz de parar una guerra.
Ivy