"Cuando un lince bajo el signo del escorpio caza a la luz de la luna a una presa dificil, para nada descuidada de sus pasos, deriva en la pasión"
Lentamente, acechando con menor ruido que el propio silencio. Busco su mirada con la mia. Brillante, solitaria...nocturna...
Sigilosamente ayudado de la sutileza atrapo su mano entre mis garras. Me devuelve la mirada...no hay terror.
Sutilmente cae y recorro el amplio terreno suave de su piel...Una zarpa recorre su salvaje cabello sin enredarse entre los rizos...
Su mirada cambia...observa la fiera, la hablanda, pero no retrocede...
Exploro el terreno con dulces compañeros en forma de besos. Sigue reinando el silencio de la noche, se escuchan aullidos.
La fiera salvaje sale de ambos en forma de pasión. El terreno tarda toda un noche en explorarse...llena de calidez. La zarpa se tranforma en mano que se enlaza con la de la presa...se unen sus bocas e intercambian sentimientos...
La presa se vuelve predadora y ella reina la noche, domina la fiera y el lince cae a sus pies.
Se remonta por el ébano y la suavidad de unos pétalos al tacto de su piel y descubre más terrenos. Ambos predadores van en consonancia de intereses y emociones. Y sus manos siguen unidas hasta el amanecer de las bestias...
P.D: Ojalá mi niño me dedicase algun esrito como éste.