Este poema, me gustaria dedicarlo a Rosa Maria y a todas aquellas personas que en un rincón de nuestro corazón pervivirá para siempre como el mejor de nuestros recuerdos.
Así mismo pretende ser una muestra de agradecimiento, a quien nos dio la vida y además nos ayudó a levantarnos en todos y cada uno de los tropiezos en nuestro largo y duro camino.
A MAMÁ
Cuan duro fue perder tu calor
y aunque en soledad afligida
pervivas en mi tierno interior,
al evocarte me siento acojida.
Y si pudiera al alba abrazarte,
dulce fragancia, aroma cual flor
y al despertar deleitarte,
recrearme de este inmenso valor.
Y que ensueño poder percibir
tu inmortal y fresca belleza,
gozo y encanto de todo sentir,
de tu gentil y colmada pureza.
Tanto tiempo he buscado esta flor
por cualquier jardín florecido
que por tus mimos, aliento y candor,
donde tu estés no existe el olvido.
Y he sabido al final del camino
que te he querido desde mi cuna,
hoy por fin en la cuenta he caído
que como tú, Mamá, no hay ninguna.
Marta Salvans i Solé