Todavía me cuesta creer,aceptar y comprender la súbita supresión de la cirugía de reasignación sexual en el programa electoral socialista.
Hay que ser serios señores en la implicación y consecuencias humanas que sus propuestas suscitan en un colectivo, como el nuestro,harto y hastiado de sufrir las mofas y humillaciones más lacerantes y reiteradas.
No se pueden desdecir alegre y libremente de unas promesas que dieron forma a un programa primigenio, porque dicho programa se deshilacha a continuación y pierde todo su interés y credibilidad.
Denota el partido socialista con tan sorprendente (o no tanto) proceder una falta de coherencia y consistencia que en nada le respalda o beneficia.
... Y claro, las/os paganas/os de sus miedos y sus dudas las sufrimos, como de costumbre y en última instancia, los colectivos cuasi mudos o invisibles (léase transexuales).
Este paso atrás en el avance de nuestros amputados, mutilados derechos, llevará a muchos gobernantes (de su signo político) a obrar por mera emulación.
Poca distancia o diferencia al respecto con sus aparentes opositores, demostrados opresores de nuestra causa y razón.
Así se dilatará en el tiempo la esperanza que nos hicieron albergar, y que fue otro espejismo e impostura.
Confiemos (no ciegamente por favor) en que primen y preponderen los DERECHOS HUMANOS sobre los prejuicios de unos políticos perdidos y mal avenidos.
Amasando ambiciosos los votos que les autorizan y legitiman a seguir negando y posponiendo nuestro avance humano, nuestra inclusión social.