Imagina que invitas alguien de fin de semana a tu casa y nada más entrar empieza a criticar la decoración de tu casa, la comida, tu manera de vivir... ¿Qué harías?
Pues algo parecido nos ha pasado este fin de semana. Invitamos al Papa ( o se auto invita, me da igual) y las instituciones , los representantes del gobierno, las fuerzas de seguridad y todo el mundo en general ha hecho lo mejor que ha podido. Ha sido recibido por los príncipes, los reyes, el presidente, el portavoz del gobierno. Ah, y entre todos hemos pagado la factura.
¿Y qué hace el desgraciado?
Habla de la republica y de los buenos tiempos que la Iglesia llevaba a Franco bajo palio.
Falta gravemente al respeto a los no creyentes ( estarán en su derecho , no ...) sobre todo a los colectivos GLTB negándoles entre otras cosas el matrimonio.
Falta gravemente al respeto a todas las mujeres, reduciéndolas a simples amas de casa, pisoteando la libertad para realizarse y sobre su propio cuerpo.
Es insensible al sufrimiento de los enfermos terminales, rabiando de dolor en su lecho de muerte.
¿Y qué hacemos nosotros, el Gobierno de España?
NADA. Nos callamos por respeto y le esperamos el año que viene.
Me gustaría ver la cara de los franceses si hiciese lo mismo allá...
Jean-Claude
