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Sodano al Papa: "La Iglesia está contigo, dulce Cristo en la tierra"
"Contigo están cardenales, obispos, 400.000 sacerdotes y la gente que no se deja llevar por murmuraciones".
¡¡¡Murmuraciones!!!
Que se lo digan a todos , quienes hemos sufrido acoso o violaciones por parte de algún sacerdote.
Recuerdo aun el apestoso aliento de un cura, que siempre rondaba a mis espaldas y asomaba su cara encima de mi hombro para "corregir" mi escritura y de paso rozarme con sus labios. Hasta que un día, en un repentino reflejo le metí tal codazo en la boca que le partí el labio y le rompí su dentadura. Tenía 12 años y el resultado fue, que invitaron a mi padre cambiarme de colegio ya que yo era un rebelde y no encajaba en el perfil del alumno de ese colegio.
Nunca supe si mi padre llego a creerme, ya que me cambio sin mas de colegio, aunque era otro de curas donde al poco tiempo repitieron la misma cantinela por rebelde ya que me negaba desde los 13 años ir a confesion y comulgar, cosa impensable en aquellos tiempos.
Maltrato físico no he sufrido, pero recuerdo aun los sentimientos de culpabilidad que te inculcaban cuando en la pubertad hacías lo que todos los jóvenes hacen y es experimentar con su cuerpo. Esos pecados mortales carnales te llevaban directamente a arder toda la eternidad en el infierno. Imagínense esa perspectiva en la mente de un niño de 12 años.
Eran otros tiempos y ni la sociedad, ni nuestros padres estaban preparados para enfrentarse a la todopoderosa Iglesia.
Pero que en el 2010 sigan ocultando miles y miles de violaciones a niños y jóvenes y lo conviertan en murmuraciones y los respectivos gobiernos no toman cartas en el asunto, me parece simplemente inaceptable.
Dejar que un tío, que se cree Dios, se proclama como tal y desde esa posición difunda un mensaje de una extrema gravedad para toda la humanidad respeto a la prohibición de usar un condón, clama al cielo y a la justicia de los hombres. Contra la salud mundial no se puede atentar.
Y viendo todo esto, encima invitarle y pagar los gastos de su viaje a Madrid para el tinglado que se ha montado con las juventudes, me parece ya del todo surrealista.
Jean-Claude