Melodramón en toda regla. Matrimonios rotos, hijos de por medio, segundas oportunidades y el destino, que como siempre no suele ayudar mucho a los enamorados.
Lo único que me gusto fue esa preciosa casa de madera a pie de playa, rodeada de dunas de fina arena, que me recuerden las costas de mi infancia.
Jean-Claude