por jeanclaude » Mié, 01 Nov 2006, 20:28
Para empezar me uno a los saludos de los demás amigos y amigas que poblan tan ricamente estos maravillosos foros de la diversidad. Bienvenido Lessence.
Leyendo lo que escribes sobre el Silencio y lo que contesta nuestra “Hadita de los foros” sobre Amor y Soledad no me resisto en añadir algunas reflexiones mías.
La Soledad.
De la soledad, no solo la elegida sino también la impuesta, he aprendido gozar. Nos ofrece una libertad en otras circunstancias impensable, de poder estar solamente con nosotros mismos y podernos dedicar todo nuestro tiempo. En resumen nos damos el gusto de disfrutar de nuestra persona.
Podemos hacer un alto en nuestro camino, volver la mirada hacia atrás, tomar nota de lo vivido y decidir si seguimos en la misma dirección o si cambiamos de rumbo.
Podemos dejar la mente en blanco, vaciarnos de todo nuestro equipaje estresante y vagar en la nada.
También es momento idóneo para soñar con nuevas metas y horizontes, materializándoles ya en nuestro pensamiento y así tener ya medio camino recorrido antes de realizarlos de verdad.
Sea cual sea la opción que escogemos durante nuestra estancia solitaria, nos hará crecer y nos reafirmara como persona.
El Amor.
Refiriéndome al amor de pareja, por experiencia aprendí que no se puede ni se debe buscar .Por mucho que busques no lo encontraras y te desanimaras o te hundirás en la desolación y desesperación.
El amor se presentara en el momento menos pensado y únicamente debemos oír su llamada y abrir nuestro corazón de par en par sin pregunta alguna .Nos dejaremos raptar hacia un destino desconocido .Solo el tiempo nos dirá si será duradero o si solo será una etapa más en nuestra vida, pero aunque solo durase un día, no podemos perdérnoslo.
El Silencio.
Fue una de las experiencias inolvidables en mi vida. Tratare de explicar con palabras ese “Silencio Ensordecedor”, ese placer irrepetible que viví hace muchos años pero que aun, cerrando los ojos, vuelvo a oír.
Cruzaba el Tanezruft, la parte central del Sahara, entre Argelia y Mali, una extensión de 650 Km. de la absoluta nada, donde no existe mas sombra que la tuya propia, habitado por escarabajos , escorpiones y algunos roedores nocturnos.
Uno de estos lugares en el mundo donde uno se siente más insignificante que un grano de arena.
Se hace abruptamente de noche y las temperaturas bajan vertiginosamente de los 60 grados de mediodía hasta rondar los 5 grados. No hay humedad, así que tampoco hay nubes .Allí la palabra cielo estrellado cobra su verdadero significado ya que nunca veras mas estrellas juntas en un mismo instante, unos fuegos artificiales casi estáticos .No es extraño ver estrellas fugaces surcar el firmamento una y otra vez. No hay viento, ni luces lejanas, ningún poblado en cientos de kilómetros.
Te acomodas en la arena, exhausto de luchar todo un día bajo un sol sin piedad, deshidratado, acartonada tu piel y con un dolor de cuello mirando hacia arriba el espectáculo majestuoso y en ese mismo instante escuchas el más absoluto silencio, cual te envuelve y te petrifica hasta dentro de tus propias entrañas.
Nunca te habrás sentido mas insignificante pero al mismo tiempo tan poderoso de pertenecer a esa inmensidad que te rodea.
Con el único sonido de tu propia respiración en armonía con el latido de tu corazón, te costara conciliar el sueño .Ese silencio tan absoluto es verdaderamente ensordecedor.
Un abrazo,
Jean-Claude