Por fin me armé de valor y se lo conté a mi madre. Llevaba esa espina clavada desde hace tiempo. Desde principio de año que estoy yendo a la psicóloga no me había atrevido a dar el paso. Ya casi voy a empezar a hormonarme y todavía no se lo había dicho. Ahora solo me queda una angustia más, quizás la más difícil, el trabajo. El día 1 de septiembre me enfrentaré a mis nuevos compañeros de curro y ya les contaré las caras cuando sepan que soy transexual. Después hata el día 14 no tendré que enfrentarme a mis alumnos también les contaré las caras, aunque bueno el día uno ya veré a algunos alumnos, los de septiembre ,a ver cómo va la cosa.
Cada vez esto es una realidad más "real" empecé contándolo a mi pareja, luego la psicóloga, mis amigos, ahora mi madre,y lo último que me falta es el curro.
Mi madre ha reaccionado bien, lo ha aceptado, eran más mis miedos que otra cosa. Ella sola en un día se ha encargado ya de decírselo a casi toda mi familia. Se lo ha dicho a mi padre, a mi hermano, a otra hermana que tengo, etc. Y según parece todos lo han aceptado bien, pero yo me siento extraño...no sé...
Mi madre me contó que mi familia decía:"si ella es feliz así", y comentarios por el estilo y lo que me resulta curioso es que todos lo aceptan pero el tratamiento en femeníno nadie lo cambia. Sé que hay que dar tiempo pero la sensación que tengo es como que ellos lo ven como el que cambia de peinado o no sé hasta que punto son conscientes del tema.
Supongo que cuando vayan viendo cambios empezarán a tratarme en masculino, pero me duele el que sigan viéndome como una "mujer" que "ahora" quiere ser hombre