Saludos, primeramente quiero daros muchas gracias por vuestra atención y expresaros lo mucho que me ha ilusionado recibir vuestras respuestas y bienvenidas. Os confesaré, aun a riesgo de parecer algo mojigata, que me he emocionado un poco. Para mí es la primera vez que me comunico con personas como yo, con las que puedo hablar abierta y sinceramente. Es una sensación nueva el poder expresarme sin tener que estar constantemente alerta de lo que digo y como lo digo y la recibo con una gran alegría. De hecho, esta noche me sentía como cuando en la niñez, esperaba con ansiedad la visita de los reyes magos. El haber contactado con personas como vosotras y la perspectiva de poder entablar un fructífero dialogo, ha sido un verdadero regalo para mí.
Mis excusas para Jaiz. Me di cuenta justo al publicar mí artículo que me había estado dirigiendo constantemente a “ellas”, sin tenerlos a “ellos” en cuenta. Siento haber caído en tamaña descortesía y les pido disculpas a todos.
Si que es cierto, Gina, que en todas las ocasiones en las que he leído este tipo de frases en este foro, ha sido en contextos en los que no nada había que objetar a su utilización. Pero compruebo con disgusto que mis miedos a que ese concepto pudiera ser utilizado discriminatoriamente eran reales, según me cuentas. Estoy de acuerdo en que la necesidad de ser más que los demás, en la mayoría de los casos obedece a un sentimiento de inferioridad, aquí y en todas partes. Bueno, mientras quienes piensan así no se agrupen, adquieran poder y pretendan imponer su hipotética superioridad, estaremos a salvo.
En cuanto a la posibilidad de prescindir de las hormonas, veo que todas coincidimos en el mismo parecer. Pero no creo que vaya a ser mi caso, mi deseo es feminizar mi cuerpo en la medida de lo posible y si las hormonas ayudan, estoy dispuesta a aceptar el leve riesgo que suponen. Pero no renuncio a contemplar todas las posibilidades. Otra cosa es la cirugía. Eso ya me da más miedo y pienso que cuanto menos mejor y sobre la CRS, bueno, es una culminación a largo plazo pero tampoco imprescindible y sea como sea, aun me queda un largo camino hasta estar en disposición y tener los recursos suficientes para tomar una decisión al respecto.
Encuentro interesante la idea de Gina sobre la conveniencia de que todo el mundo realizara alguna vez un tratamiento con hormonas del sexo opuesto. Claro está, no en el sentido literal, sino por la reflexión que encierra sobre los beneficios de practicar la empatía de vez en cuando. Seguro que si todo el mundo lo hiciera, nos ahorraríamos un buen numero de noticias desagradables en los periódicos.
Hay algo de lo que dices Gina, en lo que no había pensado antes y me preocupa. Asumo que las hormonas reducen masa muscular i resistencia física, bien, pues más horas de gimnasio. Pero respecto a las emociones ¿es que las hormonas pueden afectar al carácter de una? Y si es así ¿hasta que punto? No me considero la mejor de las personas, pero no me gustaría cambiar demasiado. No creo que la hormonación afecte a la manera de ser de una persona, en todo caso quizás facilite el surgimiento espontaneo de sentimientos y emociones hasta entonces reprimidas. De hecho y sin haber empezado con el endocrino, es algo que ya estoy experimentando. Es como si al asumir mi condición femenina y ponerme en el camino de la transformación, mi perfecto disfraz masculino se vaya relajando y reacciones que antes tenia muy bien controladas, encuentren más espacio para manifestarse. ¿aceleran las hormonas este proceso o es este meramente psicológico y las hormonas tan solo producen un efecto placebo?
Aspirina, me doy cuenta de que el tema de las definiciones en este ámbito es realmente complicado y hay poca base firme de partida. Supongo que una definición exacta de hombre, mujer y todos los estadios intermedios, que contemple todos los factores incidentes, es algo tan o más inasumible que pretender una definición concreta de lo que es la cultura, el arte o la libertad. Por el momento lo que sabemos seguro y nos define exactamente como especie, es que somos Homo Sapiens Sapiens y que nos reproducimos de forma sexual, para lo que necesitamos combinar gametos masculinos con gametos femeninos para producir un zigoto. De ahí se podría deducir que hombre es aquel espécimen que produce gametos masculinos y mujer quien los produzca femeninos. Desde un punto de vista estrictamente biológico, esta seria una definición correcta para la mayoría de las especies. Pero en el caso de homo sapiens, hablamos de un animal social dotado de cultura y consciencia de si mismo, aparte de la capacidad de raciocinio. Todo lo cual incide directamente en el comportamiento y a partir de ahí ya se lía todo. En fin, la esperanza es que la tecnología nos libre en el futuro de la gestación uterina y la evolución se encargue de eliminar el diformismo sexual de nuestra especie, con lo cual no quedará ninguna excusa para establecer diferencias en los roles de genero y cada individuo podrá ser, con ayuda de la ciencia, lo que se le antoje. Pero por ahora eso es pura ciencia ficción.
Cuando me preguntaba sobre el acceso a la cirugía sin previa hormonación, pensaba más que nada en los pechos. Entiendo lo nefasto de efectuar una CRS así por las buenas. Pero a lo mejor habría quien poniéndose unos bonitos pechos y cuidándose mucho ya tendría suficiente. No sé, pudiera ser una posibilidad.
Hola Tamara, gracias. Mi lengua es el catalán y el mérito que pudiera tener mi castellano a nivel ortográfico hay que adjudicárselo al corrector de Word. En cuanto a la sintaxis, sea el que sea mi nivel, seguro que es mejor que el que tengo de catalán. Nos pasa a muchos catalanes pues, lastimosamente, aun hoy nuestro idioma es minoritario en los medios de comunicación de nuestro país, de resultas de lo cual, leemos y escuchamos mucho más castellano que catalán y claro, eso se nota.
Gracias por tus claros y tremendamente aprovechables consejos presentados de una forma tan bien estructurada. Los suscribo punto por punto.
Ciertamente, el camino es largo y tortuoso, pero quizá haya que tomárselo como un viaje a Itaca, en el que lo importante no es el destino, sino el viaje. Asumo plenamente las dificultades del mismo y estoy dispuesta a afrontarlas y a no tener reparos en desandar el camino si fuere menester. Me preocupa especialmente el tema de la voz, creo que es lo que mas me va a costar. Pero como bien dice mi pareja, no hay que preocuparse, sino ocuparse. Todo se andará, o no.
No estoy de acuerdo contigo Angela. A mi me gusta hartarme de las cosas buenas. Un buen libro, cuantas más páginas, mejor. Chocolate, hasta no poder más. Jamón del bueno, hasta reventar. Vacaciones, cuantos mas días, mejor. Dinero, para que hablar.
El tan popular refrán “Lo bueno si breve, dos veces bueno”, me suena a: ¿tienes poco? Pues disfrútalo todo lo que puedas y consuélate pensando que así es mejor, mientras otros tienen las manos llenas y gozan sin reparos. Es como que te digan que el dinero no hace la felicidad. Nos lo dicen los ricos para que nos conformemos y no les molestemos pidiéndoles que repartan mejor.
Pero tienes razón en que quizás artículos cortos facilitarían su lectura y aumentarían el ritmo de la comunicación, adquiriendo el dialogo un pulso quizá más vibrante. Como puedes comprobar estoy cayendo otra vez en la parrafada, incumpliendo manifiestamente mis promesas. Dame otra oportunidad.
Cristina, creo que se me escapan algunos matices que tus palabras encierran, pero lo que llego a comprender, no puedo más que compartirlo. Siento lo de tu experiencia desagradable y espero que no se trate de nada irreparable. Supongo que todas estamos expuestas por nuestra condición a ser víctimas de situaciones violentas, muchas veces causadas por seres, digámoslo finamente, poco tolerantes. Mas vale que me vaya haciendo a la idea y me prepare para encajar más de un mal trago.
Gracias por tu bienvenida y mis mejores deseos para ti, Cristina.
Hola Joana, gracias. ¿puede ser que seas la misma Joana que conocí en el CTC?