por Tatiana Sánchez Mansilla » Jue, 20 May 2004, 00:44
Yo siempre digo y mantengo que l@s trans somos l@s herman@s pobres y pequeñ@s en medio del grande y variopinto colectivo gay-lésbico-bisexual.
Somos la minoría testimonial, los muñecos de pim-pam-pum de toda marginalidad.
Diluíd@s en la masa, en la generalidad... pienso que perdemos nuestra esencia y autonomía.
¿Acaso no tenemos la suficiente entidad y capacidad para defendernos y manifestarnos por nosotr@s mism@s?
¿Hemos de estar engullid@s, difuminad@s en un totum revolutum que no parece describirnos o favorecernos?
¿Cuándo vamos a extinguir esas dependecias, esos recelos que nos siguen dictando la pauta de acción o comportamiento?
Sólo son tics añejos que el tiempo y la razón hacen caducar, fracasar.
Hemos de madurar, hacer valer nuestros derechos, hacer llegar nuestras voces en primera persona, sin intermediarios ni voceros.
Hablaba Kim de un día para nuestro "orgullo" personal y propio (25 de Abril), para reivindicar y hacernos presentes en las calles, ante la opinión ajena y mundana.
¿No podemos elegir ése como el día que nos represente y se nos dedique?
¡Será por días al cabo del año!
No creo que nuestros problemas sean semejantes o equiparables al resto de los ciudadanos, sea cual sean su opción u orientación sexual.
Son distintos, muy sangrantes hasta la fecha.
Muy urgentes de solventar.
Pero propios, específicos, concretos.
Nuestros... y de quienes pueden y deben resolverlos, darlos fin.
Libertad para elegir y acudir al "día del orgullo gay" a acompañar a amigos, a hacer fuerza con nuestra presencia en pro de actitudes más civilizadas y consensuadas, a divertirse -si se quiere-...
Como tampoco discriminaríamos o excluiríamos a nadie caso de tener nosotr@s nuestro día de referencia y significancia.
Les acogeríamos con los brazos y la mente abiertos, atentos, dispuestos.
Pero "afinemos" la sintonía, creemos nuestra propia y merecida melodía.
Un día para concurrir ante la opinión pública y hacerles reflexionar sobre lo que somos y demandamos el resto de los días.
Un día que nos aglutine sin disensiones, donde nos sintamos cómod@s e integrad@s.
Un día que merecemos priorizándonos, sin ser actores de reparto, de segundo nivel.
Apostad@s en la fila de atrás de un gran proscenio público donde nuestra visibilidad sigue siendo mínima, escasa, ocasional.
... Y no es hacer de menos a los demás, querer figurar o acaparar protagonismo; es difundir nuestros mensajes sin distorsiones: clara y concienzudamente.
Es ser, de una vez y de verdad, nosotr@s mism@s. Intérpretes de nuestras inquietudes, valedores de nuestras vidas.
"Vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tenemos el mismo horizonte". (Konrad Adenauer)