Querida Rosa,
Como verás, estoy muy contenta y orgullosa de que la teoría de los conjuntos difusos sea, si no me equivoco, la primera teoría de la sexogeneridad humana que nace del ambiente trans y de las experiencias de muchas personas trans. Hasta ahora, hemos seguido teorías nacidas fuera de nosotras, aunque inspiradas en nuestra experiencia, como la de Robert Stoller, en su obra "Sex and Gender", pero ahora, estamos debatiendo una teoría que ha nacido entre trans, y esto es un hecho que creo que todas y todos podemos valorar, estemos o no de acuerdo.
Si estamos hablando de teoría, el texto que comentamos tiene que tener a la fuerza estilo de teoría, lo que lo hace más preciso, aunque menos ameno y menos fácil de leer. Es un resumen de la teoría de conjuntos difusos, hecho como un cuadro sinóptico; he usado la definición matemática de conjunto difuso para dejar bien claro lo que quiero decir y lo que no quiero decir. Las palabras se prestan a entenderlas "difusamente", y la palabra "difuso", para qué te digo, lo que da lugar a malentendidos y a discusiones que se evitan si todo queda claro.
Me alegro de que estemos de acuerdo con el párrafo de las tetillas y el "clitoropene". Éste es un hecho muy importante, porque confirma que los seres humanos, en nuestro principio, partimos de un "modelo único" que después se transforma por la acción menor o mayor de los andrógenos, señalada por los cromosomas XX o XY. Es decir, un "chorro" de andrógenos cae sobre el ser en formación, y si es pequeño, evolucionará como niña; si es grande, como niño (son los andrógenos, comunes a ambos sexos, en menos o en más, los que realizan esta función, no los estrógenos, que realizan otras)
Como todos los chorros, no sólo es que éste pueda ser menor o mayor, sino que puede ser más o menos menor o mayor. Abramos un grifo: sale más o menos agua; pero cada vez que lo abrimos para que salga poca agua, el flujo a su vez es más o menos grande; y lo mismo pasa cuando lo abrimos para que salga mucha agua.
Éste es el origen de las personas físicamente intersex, que sin duda existen, y tienen la misma realidad que las personas definidamente mujeres o varones, como nacidas del mismo proceso, una cantidad menor o mayor de andrógenos.
Como vemos, éste es un hecho difuso (matemáticamente), basado en un más o menos, no en un sí o no.
Las personas transexuales tenemos probablemente un origen más complejo, basado en parte en lo biológico y en parte en lo biográfico, con más o menos (otra vez) intensidad de cada causa en cada persona. Puede que haya cierta intersexualidad cerebral de base (ya sabemos que el cerebro es el primer órgano sexual) seguida de fuertes y decisivas experiencias biográficas.
Esta doble influencia de lo biológico y lo biográfico es común a todos los seres humanos. Su resultado es que la masculinidad de unos está muy definida y la de otros, poco (más o menos), la feminidad de unas más, y la de otras menos, y hasta esa intersexualidad, común a todos y todas, puede estar más definida en algunas personas y menos en otras.
Ésta es la visión realista de la teoría de conjuntos difusos, válida por tanto para todas las personas. Hay hombres muy definidos y hombres definidos a medias y hombres poco definidos: esta mayor o menor definiición puede ser por lo biológico, o por lo biográfico, o por ambas causas. De las mujeres se puede decir lo mismo, y de las personas intersexuales también.
Ésta es la realidad; salimos a la calle, y la vemos, en toda su complejidad; vemos también que hay dos mayorías, muy claras, de hombres definidos y mujeres definidas (biológica o biográficamente, biológicos o trans), pero también hay importantes minorías menos definidas, y en éstas hay hombres, mujeres (bios o trans) e intersex.
Entonces comprendemos que los conceptos de hombres y mujeres son una simplificación de la realidad, que olvida a todas las personas intermedias, que somos reales. Hemos aprendido desde chicos esa simplificación, y nos parece real, pero en cuanto lo pensamos mejor, nos damos cuenta de que es irreal.
Pensar en esa simplificación, es lo que llamamos binarismo, y como todos la hemos aprendido desde hace siglos, todos hemos sido binaristas. Pero la experiencia de la realidad te hace ver que las cosas no ajustan, y entonces las ves como son y llegas a un punto de vista no-binarista.
Recibe también el afecto de
Kim